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miércoles

Ir a misa es lo que más ayuda a dejar ciego a Satanás.

LA PARTICIPACIÓN EN LA SANTA MISA ES LO QUE MÁS AYUDA A DEJAR CIEGO A SATANÁS.

En una ocasión así habló la Santísima Virgen a la vidente de la Llama de amor del Corazón de María, Isabel de Kindelmann:

-Santísima Virgen.- "Si asisten a la Santa misa cuando no hay obligaciones de asistir y si están en gracia de Dios, derramaré la Llama de Amor de mi Inmaculado Corazón y cegaré a Satanás durante el tiempo que dure Santa la misa.
Mis gracias fluirán abundantemente en las almas por quienes ofrecen la Santa misa en honor a Mi Llama de Amor.

La razón de ello es que Satanás, hecho ciego y despojado de su poder, no podrá hacer nada.
No lo olviden, la participación en la Santa misa es lo que más ayuda a cegar a Satanás y su obra maligna.
Jadeando de terrible venganza, atormentado, y lleno de odio, lleva una lucha aun más feroz todavía por las almas que desea conquistar, porque él siente que su obcecación (su ceguera) se aproxima".

"QUE TODOS PROPAGUEN MI LLAMA DE AMOR PARA DEJAR CIEGO A SATANÁS Y SU OBRA MALIGNA"

"Ayúdenme todos, con oraciones, ayunos, sacrificios, trabajo diario, todo absolutamente todo debe ser ofrecido a Dios para por la salvación de las almas. Todo es válido para Dios, hasta el más mínimo sacrificio de levantarse todos los días y ver la claridad del nuevo amanecer, si es ofrecido a Dios para salvar almas, Él lo acepta, y por el poder que el Padre Eterno y Mi Hijo me han dado, mi Llama de Amor deja ciego a Satanás.

No olviden de ofrecer todo a Dios para salvar almas, hasta lo más insignificante, si es ofrecido con el entusiasmo de salvar almas, através de mi Mi Llama de amor, es aceptado y tiene mucho mérito ante el Padre Eterno.
El Padre Eterno no quiere que nadie se condene, sino que todos se salven, por tal deben esforzarse en la oración, y sacrificarse ofreciendo todo a Dios por las salvación de las almas."

19 de octubre de 1962.

La Santísima Virgen proseguía ésta conversación en el templo y me decía:

-Santísima Virgen.- "Mi Llama de Amor, hijita mía, se hizo tan incandescente que no sólo su luz sino también su calor quiero derramarla sobre ustedes con toda su fuerza. Mi LLAMA de AMOR es tan grande que no puedo retenerla por más tiempo dentro de Mí, con fuerza explosiva se dirige hacia ustedes. Mi amor que se derrama, hará explotar el odio satánico que contamina el mundo, a fin que el mayor número de almas, se liberen de la condenación eterna.

Digo más todavía: algo parecido a esto no ha existido jamás. Éste es el mayor milagro mío que ahora hago con ustedes. (Y la Santísima Virgen me rogó suplicando que ¡no le entendiéramos mal a lo que Ella pide!).
Mis palabras son cristalinas e inteligibles, sólo que ustedes no las trastornen, no las interpreten mal, no digan una cosa por otra, porque sería grande su responsabilidad si así lo hicieran.

¡Pónganse a trabajar, no sean ociosos! Yo les ayudaré de una manera casi milagrosa y mi ayuda va a ser continua.
¡Confíen en Mí!
¡actúen urgentemente! ¡No posterguen mi Causa para otro día!
!Recen continuamente; a la mañana, mediodía, tarde, noche, madrugada, a cualquier hora, en honor a Mi LLAMA de AMOR; para cegar a satanás, para sacar Almas del Purgatorio, por los moribundos en su lucha final y decisiva, por la humanidad entera, por la conversión de los pecadores etc...!

Satanás tampoco mira con los brazos cruzados, hace esfuerzos terribles para quitarme almas.
Siente ya que se enciende mi LLAMA de AMOR. Esto provocó su terrible furia infernal, lleno odio y venganza arremete contra las almas, especialmente las que tiene mucho poder.
¡Entren todos en la batalla, los vencedores seremos nosotros!
Mi LLAMA de AMOR cegará a Satanás en la misma medida en que ustedes la propaguen en el mundo entero esta devoción.

Quiero que así como conocen mi Nombre en el mundo entero, conozcan también la LLAMA de AMOR de mi Corazón Inmaculado que hace milagros en lo profundo de los corazones. En relación con éste milagro no necesitan comenzar los científicos a hacer investigaciones. Todo el mundo sentirá su autenticidad en su corazón. Y quien lo ha sentido una vez, lo comunicará a otros, porque mi gracia actuará en él.

No necesita ser autentificado. Yo voy a autentificarlo en cada alma para que conozcan la efusión de gracia de mi LLAMA de AMOR DE MI INMACULADO CORAZÓN".

Mientras la Santísima Virgen me decía éstas cosas, mantenía mi alma sumergida en la densa oscuridad de la cueva de Belén, e iluminó el admirable y gran misterio de "...y el Verbo se hizo Carne" con la claridad de su maternidad divina: como el Hijo de Dios, desde el momento de su nacimiento, vino a estar en medio de nosotros con la más grande pobreza y humildad. La Santísima Virgen me confirmó nuevamente lo importante que es la humildad y me dijo:

-Santísima Virgen.- "Sé tú el alma que busca siempre y únicamente la humildad. Aléjate de aquellos que te honran, que te quieren, y sólo busca ser despreciada. Ama a aquellos que hablan mal de ti y los que te comprenden torcidamente".
Luego, cuando acabó de decir esto, su voz se hizo una sola con las palabras del Señor Jesús. Él habló así:

JesuCristo.- "Ésta es mi enseñanza. ¡Haz esto! Te doy tiempo y oportunidad para que te ejercites en la lección que te doy.
Con tu participación en mi trabajo salvador, tienes que traer a mi cercanía a éstas almas que Me desprecian y Me comprenden mal.
No es cosa fácil, pero nuestras manos recogen unidas. Y el que recoge Conmigo, alcanzará resultado seguro.
Aunque aparentemente no se vea el fruto, puedes estar segura de ello.

Pidan a mi Padre en nombre mío, Él les concederá lo que por medio de Mí le pidan.
Solamente tengan confianza y hagan referencias a la LLAMA de AMOR de mi Madre Santa, porque a Ella le están obligadas las Tres Divinas Personas.

Las gracias que pidan por medio de Ella, las recibirán. Ella es la esposa del Espíritu Santo y su amor recalienta tanto a los corazones y las almas enfriadas en el mundo que, despertándose, con nuevas energías podrán elevarse a Dios".

0FREZCAN SUS TRABAJOS PARA GLORIA DE DIOS! ESO TAMBIÉN AYUDA A CEGAR A SATANÁS

30 de noviembre de 1962.

Hoy, cuando comencé a tocar la campana de las seis de la mañana, la Santísima Virgen me habló amablemente de esta forma:

-Santísima Virgen.- "¡También a lo largo del día ofrezcan sus trabajos para gloria de Dios!
Si sufres, ¡ofrécelo a Dios!.
Si tienes salud, ¡ofrécelo a Dios!.
Si estas enferma, ¡ofrécelo a Dios!.
Si algo te cuesta mucho, ¡ofrécelo a Dios!.
Si vas a caminar para recrearte, ¡ofrécelo a Dios!
Si vas a descansar durmiendo la siesta, ¡ofrécelo a Dios!
Si vas a cocinar, ¡ofrécelo a Dios!
Si vas a hacer la limpieza de tu casa, ¡ofrécelo a Dios!
Si el día terminó y vas a dormir, ¡ofrécelo a Dios!

¡Ofrécelo todo a Dios!
Este ofrecimiento también, realizado en estado de gracia, ayuda a cegar a Satanás y su obra Maligna.
Vivan conforme a mis gracias, para que cada vez más y un radio de acción cada vez mayor sea cegado Satanás.
Las abundantes gracias que les ofrezco atráves de Mi Llama de Amor, si las utilizan bien, traerán consigo el mejoramiento de una multitud de almas para el Reino de Dios!".

EL DIABLO QUIERE QUE CAIGAS EN LA DESESPERACIÓN. TÚ, ¡SÓLO SÉ HUMILDE Y CONFÍA SIEMPRE EN MÍ!

Ahora el Señor Jesús me habló y con voz suave me dijo;

JesuCristo.- "El maligno quiere hacerte caer en la desesperación con un ardid tal que, verás, quiere aniquilar tu humildad. El maligno sabe el enorme valor que tiene la humildad, entonces arremeterá furioso contra tí y te llenará de todas sus otras perversidades. Tú, ¡sólo sé humilde, paciente! Yo, tu Maestro, te he enseñado todo y si guardas mi enseñanza, no tienes de qué temer.
Naturalmente, esto no significa que ya has ganado y te pones a descansar según tu antojo, lo será sólo si la obra lo permite.

Conozco, veo tu pensamiento, tus esfuerzos con que quieres satisfacer mi petición y Voluntad divinas.
¡Esto Me basta! Tampoco espero todo el resultado de ti, mi Isabelita. Te digo esto porque serás humillada.
Ahora, en estos días y en tiempos difíciles, pasarás por las mayores y más frecuentes humillaciones.
Yo lo sé. Por eso envio sobre tí todo aquello por lo cual tu alma puede empaparse en la humillación porque sin ella no hay santidad.

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