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miércoles

DĺAS DE GRACIA - JUEVES Y VIERNES, HACER "HORAS DE REPARACIÓN"

29 de septiembre de 1962.

Isabel Kindelmann: Mi alma está llena continuamente de la LLAMA de AMOR de la Santísima Virgen. Hasta en las horas de la noche, cuando me desvelo un poco, suplico sin cesar que ayude a encenderse sobre el mundo cuanto antes su milagro silencioso.

-Santísima Virgen.- "¿Sabes, hijita mía, cómo deben ustedes considerar estas dos días: el Jueves y el Viernes?

Cómo grandes días de gracias.

Todas aquellas personas que en estos días ofrecen reparación a mi Santo Hijo Jesús, recibirán una gracia muy grande.
Durante las horas de reparación el poder de Satanás se debilita en la medida en que los reparadores suplican por los pecadores...
No hay que hacer nada llamativo, no hay que alardearse del amor.

Arde en el fondo de los corazones y se extiende a otras también...

Quiero que no sólo conozcan mi Nombre, sino también la Llama de Amor de mi Corazón Maternal que late por todos ustedes.
Y te he confiado a tí el dar a conocer este Amor inflamado.
Por eso debes ser "muy humilde". Una gracia tan grande sólo ha sido concedida a muy pocos. Ten en mucha estima esta gracia tan grande y lo que más debes amar y buscar en ella, sean las humillaciones tanto externas como internas.

Sé que a nadie le gusta ser humillado, pero considera que si te humillas ante los hombres, en nombre de Mi Hijo Jesús, enorme será tu recompensa en el Cielo y ésto es para todos.

No creas jamás que eres algo; considerarte a ti misma como nada sea tu principal preocupación.
Nunca debes interrumpir el ejercitarte en esto. Aún después de tu muerte, esto debe seguir vigente, por eso también recibes las gracias de las humillaciones tanto externas como internas.

Así podrás permanecer fiel en difundir mi Llama de Amor. Aprovecha toda oportunidad: busca tú también, con tu propio esfuerzo, las humillaciones externas e internas, porque lo que tú te buscas, aumenta aún más tu humildad".

Al terminar la Santísima Virgen estas instrucciones maternales, mi corazón se llenó de profunda humildad.
La Santísima Virgen me permitió sentir lo "Poderosa" que es Ella y, sin embargo, qué humilde y modesta fue su vida aquí en la tierra.
Dios la revistió de un enorme poder, un poder tan grande que es inimaginable. Sin embargo, en su Corazón Maternal es todo humildad, para con nosotros, es una autentica Madre, que nos cuida y nos ama profundamente.

Tal es el poder de la Santísima Virgen que Satanás huye lleno de rabia y odio al fondo de los abismos infernales ante su presencia.

LA QUEJA DE JESÚS POR LAS ALMAS CONSAGRADAS

Al día siguiente, por la mañana en el templo, Jesús comenzó a quejarse de las almas consagradas a Él:

JesuCristo.- "La aflicción de mi Corazón es tan grande a causa de muchas almas a Mi consagradas.
Y, sin embargo, ¡cómo ando detrás de ellas!

Les sigo paso a paso con mis gracias. A pesar de ello, no me reconocen, ni me preguntan a donde voy.

Veo cómo viven aburridos, en ociosidad indolente, buscando sólo su propia comodidad, me han marginado de sus vidas.
Se aprovechan de cada oportunidad para esconderse cobardemente y, engañándose, se comportan como si no fueran mis obreros.

Infelices de ustedes, ¿cómo van a rendir cuentas del tiempo desperdiciado por ustedes?

¡NO ME FUERCEN A LEVANTAR MI MANO SAGRADA PARA MALDECIRLES!

Yo mismo soy el Amor, la paciencia, la bondad, la comprensión, el perdón, el sacrificio, la salvación, la vida eterna.

Y esto, ¿no lo quieren ustedes?

Mi Sagrado Cuerpo, crucificado y empapado de sangre, ¿en vano se alzó a lo alto?

¡Ustedes, ciegos y sin corazón ! ¿No ven lo que hice por ustedes?

¿No se conmueve su corazón?

¿No quieren caminar Conmigo, recoger Conmigo?

Sus corazones, ¿no laten al unísono Conmigo?

Su interior, ¿no siente Conmigo?

¿En vano abrí mi corazón?

¿Dejan botada la abundancia de mis gracias?

¿No quieren compartir mis sentimientos?

El latir de mi Corazón manso y bondadoso, ¿no lo quieren escuchar?

¿Prefieren que con voz de trueno grite hacia ustedes: porqué están ahí parados sin hacer nada?

¡No se hagan los delicados y los pretensiosos!

A donde les puse a ustedes, allí deben estar parados, firmes y llenos de espíritu de sacrificio.

Yo inventé todo para poder sufrir por ustedes y ustedes, llevan una vida cómoda, no muestran ninguna prontitud, solo se excusan y así pasan toda su vida.

Tomen ya sobre sí la cruz que Yo también abracé y crucifíquense conmigo, ya a sí mismo como Yo lo hice, porque, de otra manera;

¡NO TENDRÁN LA VIDA ETERNA!

Sé, hija mía (Isabel Kindelmann), mi pequeño girasol, que mis muchas quejas tú las escuchas. Al calor de tu corazón, Yo también entro en calor. ¡Me encuentro tan solo!"


ACTOS DE REPARACIÓN A LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA

¿Queremos amar de veras a Dios? Dos cosas hace el verdadero amor:

1 - procurar a quien se ama todo el bien de que carezca,
2 - y librarle del mal que sobre él pesare.

Con el apostolado le procuramos a Dios el bien, le damos las almas;
con la reparación le libramos del mal, lavamos Su divino honor de las manchas que le infieren los pecados.

Sí, debemos saber que puede una injuria borrarse, dando una satisfacción. Y ¡cuántas podríamos darle no sólo por nuestros pecados, sino por los infinitos que cada día se cometen!

Las mismas oraciones, sacrificios, las buenas acciones de cada día, si se la ofrecemos a Dios a traves de los méritos infinitos de la pasión de Jesús, sirven de reparación si con esa intención se hacen, ¡Que reines Jesús, perdónanos nuestros pecados!

Dos oficios principales tuvo Jesús en su vida terrestre: el de apóstol, que funda el reino de Dios, y el de sacerdote y víctima que expía los pecados de los hombres.

Dios quiere que los mismos tengamos nosotros y pretende hacer de cada hombre una copia exacta de Jesús, un pequeño redentor.

¡Qué sublime y qué honroso para nosotros cuando tras nuestra muerte dejemos este mundo y nos unamos a Jesús para siempre!

ACTOS DE REPARACIÓN, DESAGRAVIO Y PERDÓN

Señor Jesús: Tú compartiste nuestra vida humana, alegrías y penas, y, sin acusarnos, por amor, cargaste con la responsabilidad de nuestras culpas para redimirnos.

Ayúdanos a seguir tu ejemplo desde nuestra situación de pecadores redimidos. Ante Ti, Señor, nos sentimos sinceramente responsables de un mundo al que pertenecemos, que estamos contribuyendo a forjar, y con el que estamos comprometidos especialmente por tu amor. Avergonzados de nuestras obras, fruto del olvido o rechazo culpable de tus enseñanzas,
te pedimos perdón y ayuda.

- Perdón, Señor, perdón

- Por los sacrilegios, robos y blasfemias contra la Sagrada Eucaristía,

- Por tantos lugares del mundo donde los sacerdotes y fieles no pueden celebrar libremente la Santa Misa o se ven obligados a hacerlo en secreto por persecución.

– Por las faltas de respeto e impiedad en las iglesias y ante el Sagrario

– Por la dejadez y abandono al dejar de asistir a la Santa Misa los días Domingos

- Por la omisión en tantos bautizados al rechazar la confesión y comunión por la Pascua

- Por las faltas de inconsciencia en familiares de personas moribundas al dejar que fallezcan sin la asistencia de los sacramentos
- Por la despreocupación respecto de la primera y frecuente Comunión de los niños,

- Por las comuniones tibias y frías

- Por las comuniones sacrílegas

– Por los sacerdotes que celebran la Santa Misa en condiciones personales inadecuadas, o por enseñar una vida litúrgica y eucarística contraria a la que manda la Iglesia

- Por la conciliación de la Misa y la recepción de la Sagrada Comunión con vidas incoherentes y vacías de fervor,

- Por la persecución sistemática, violenta o solapada, de los sacerdotes, fieles y personas cristianas que confiesan su Fe en Cristo.
Oración: Señor nuestro, Jesucristo, que has querido permanecer en el Sacramento hasta la consumación de los siglos para dar a tu Padre una gloria infinita y a nosotros el aliento de la inmortalidad;
que te has expuesto a todos los ultrajes de los impíos antes de abandonar a tu Iglesia; concédenos la gracia de llorar con verdadero dolor los ultrajes y descuidos que cometen los hombres contra el mayor de los sacramentos,
danos celo eficaz para reparar los oprobios que has sufrido en este misterio inefable.
Tú que vives y reinas con Dios Padre, en unión del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén.

OTRAS FORMAS DE HACER REPARACIÓN.

- Acto de Amor; "JESÚS MARÍA OS AMO, SALVAD LAS ALMAS". (Repara 1.000 blasfemias cada vez que se reza)

- Comunión reparadora de los Nueve Primeros Viernes de mes al Sagrado Corazón de Jesús.

- Comunión reparadora de los Cinco Primeros Sábados de mes al Inmaculado Corazón de María.

- Realizar Novenas de Reparación; Rosarios, Coronillas, La Preciosísima Sangre, Las Santísima Llagas, etc.

- Rezo del Santo Rosario diario.

- Rezo de los Siete Dolores de María.

- Rezo del Vía Crucis.

- Rezo del Rosario de las Llagas de Jesús.

- Rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia.

- Haciendo obras de misericordia corporales y espirituales.

- Hacer horas santas de adoración a la Eucaristía y estar a junto al Sagrario.

- Ofrecer pequeños sacrificios, pequeñas renuncias, mortificaciones, ayunos y otras oraciones.
- Aceptar y ofrecer con amor nuestros sufrimientos y enfermedades por la salvación de las almas.

- Cumplir nuestros deberes diarios con espíritu de reparación ofreciéndolo a Dios por las salvación de las almas.

- Ofrecer todos nuestros actos y trabajos, hasta los más comunes e insignificantes, por amor a Dios para las salvación de las almas.
Compadezcámonos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María y démosles amor, amor y más amor, para reparar la ingratitud de tantos seres humanos que le ofenden diariamente.

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